Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
en el otoño fantástico, inigualable,
de hojas en el piso y
promesas invernales.
La herida que dejó el verano melancólico
y la vieja primavera que dañó los motivos del capullo.
La luna sonreía hasta el llanto..El punzante filo de la luz cometía el crimen,
la suerte inocente fue cómplice.
La voz de la noche, murmuraba,
así nos conocimos sin confidentes.
Surgía el poema, del anónimo día, de la ignota noche.
Así nos conocimos y surgió esta escritura,
imaginada de un otoño fantástico e inigualable,
hojas en el piso e invernales promesas.
Guillermo Rosales Medellín.
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