Tomado de: En la proa de mis versos
Por María Lozano
Mi corazón se enternece y mi pasión se agiganta en nuestros hermosos encuentros, mi sensibilidad recuerda la belleza que nace de tu Ser tan hermoso y austero, tan de dulce y de esmerada flor, vives, en todo instante, en mi mente y en la savia más profunda y conmovida de mi corazón.Siempre la más radiante felicidad nace de tu apacible sensibilidad hacia mí, sensibilidad que crece gracias a tu amor y tu paciencia, bella mujer. Mi disposición se hace cada vez más galante. Sensibilidad para darte la más merecida dicha siempre perpetua y anhelante..Este amor de los dos, nace del eterno afán bendecido de nuestros corazones y de la más lozana esperanza, como siempre en la certidumbre de nuestros esmeros. Eres de todo lo amoroso, la fe que no se quebranta, eres todo lo que alimenta el intenso calor de mis ansias.
Te admiro como a nada en el mundo, celebraré siempre en mi existencia el diáfano milagro de tu amada presencia, con el amor más comprensivo y profundo ¡Mujer bendecida seas, eres lo espléndido y siempre anhelado! ¡Vivimos lo nuestro sin ayeres, en este apacible presente que nos hace sentir tan unidos y enamorados!
Milmayos
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