Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Nunca antes había sentido esto, esto de escuchar esa canción que a ambos nos gustara, y que de pronto ella fuera la que me pidiera que bailáramos. - ¿bailas conmigo? – me pidió ella, -sí…acepto – le respondí de una manera inmediata y automática, de esas respuestas que solitas salen. -Pues bailemos, toma mi mano- me dijo ella, -ya- le respondí. Y no me quedó otra que hacer lo que me pedía, mi mano izquierda tomó su mano derecha, mi mano derecha rodeó su cintura y su mano izquierda la posó sobre mi hombro derecho.Me sudaban mis manos, mi corazón se quería salir y mis piernas parecían de trapo. -Sólo déjate llevar por la música- me decía ella al oído, -lo intento, lo intento. Esa noche en que sentí coincidir su corazón latir juntito al mío, fue la mejor coincidencia de mi vida. Eres mi mejor coincidencia.
Guillermo Rosales Medellín.
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