Tomado de: Guillermo Rosales Medellín
Por María Lozano
Vate aciago, que por ellate obsesionas.
Vate eterno, la vida es vida
y la ciudad clandestina,
el cielo te salva con su lluvia,
y tu pluma se desangra en el corazón de la vida.
Calles empedradas, calles, cosquillean tus ojos
en los edificios que te abruman
evitando el dulce viento, los poetas
habitan sus nubes..Los ojos son testigos, las manos ejecutan en
el cielo de esas númenes
como claras y excitantes musas
estoy al alba de sus corazones,
mujeres, bellas pero desdeñosas.
Aun así, por el día, noche o en el insomnio, estoy al alba.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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