Tomado de Alfonso De Caro
Por María Lozano
Considerad todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor... Filipenses 3:8ª.¿Alguna vez has hecho esta evaluación en tu vida? ¿Realmente lo has intentado? Simplemente siéntate y haz una lista de tus bienes, las cosas que son importantes para ti, las cosas sin las cuales crees que no podrías vivir. Los factores en los que buscas respeto, progreso y aceptación ante los ojos del mundo. ¿Cuáles son tus bienes, tus antecedentes, tu nombre, tu posición familiar, tu dinero, tu fama, tus bienes físicos, tu personalidad, tu educación, tu formación? ¿Has aprendido alguna vez el secreto de Pablo sobre ellos?.Anótalas y analiza con qué cuentas. Luego recuerda que mientras dependas de ellas, no podrás aferrarte a las riquezas de Dios en Cristo Jesús. No puedes servir a dos señores. No puedes aferrarte a ambos. No puedes beber de esta cisterna vacía y al mismo tiempo de los ríos inagotables que fluyen de Cristo. Debes abandonar la dependencia de estas cosas, considerándolas pérdida, basura, desperdicio. Me alegra verlas partir, sin importar si se quedan o no. Entonces serás libre para aferrarte a todo lo que Pablo experimentó en Cristo, a lo que él llama el valor incomparable de Jesucristo.
¿Sabes que, como cristiano, es muy posible tener a Cristo viviendo en nuestro corazón, pero no poder experimentarlo, como Pablo lo describe aquí, experimentarlo, sentir realmente su vida fluyendo a través de la nuestra, obrando en nosotros? No podemos tener esto hasta que consideremos todo lo demás como basura. Eso es lo que Pablo está exponiendo. ¿Has aprendido a soltar la vara, como Moisés, ese bastón en el que se apoyaba para sostenerse, para que Dios la tomara, quitara la serpiente y se la devolviera, como hizo con Moisés? Esta es la experiencia de cada persona que Dios quiere usar para sí: aprender a renunciar a todo lo demás, excepto a la dependencia exclusiva de Cristo en ellos. Quisiera señalar aquí que no fue difícil para Pablo considerar todo eso como pérdida. Una vez que comenzó a percibir las tremendas posibilidades de Jesucristo en él, lo que Cristo podía y sería a través de él, con gusto se deshizo de los andrajos de la reputación a la que una vez se aferró para poder entrar en ese lugar de plena suficiencia en Jesucristo.
Este otro método de vida, aferrarnos a nuestra posición, esta preocupación desesperada por no parecer poco atractivos o diferentes a los ojos de los demás, esta defensa continua de nuestra posición ante los hombres, es la razón por la que llevamos vidas tan inadecuadas. Es la razón por la que nunca podemos descubrir las riquezas de recursos que hay en Cristo. Como dijo Jesús, nadie puede servir a dos señores. No hay manera de aferrarse a ambos. Es uno o el otro. Pablo dice que cuando se deshizo de los jirones de su reputación, inmediatamente descubrió que, aunque Cristo lo guió a través de dificultades, cárceles, prisiones y dolor, lo que Cristo era para él y lo que hizo a través de él era de tal valor que no podía encontrar palabras adecuadas para expresarlo.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Hoy, Señor mío y Dios mío, decido dejar de lado aquello en lo que a menudo pongo mi confianza y, en cambio, busco confiar totalmente en Ti y en Tus logros. Jesús dependo de ti. Amén.
Aplicación de la vida

Te bendigo en nombre de nuestro Señor Jesucristo. Un fuerte abrazo.



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