por María Lozano
Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Romanos 14:12
No os engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tam-
bién segará.
Gálatas 6:7
Ella “asume”, como decimos hoy en día.
La responsabilidad está ligada a la libertad y a la dignidad
humanas. Los hombres han sido creados
libres y conscientes de lo que hacen. Una de las paradojas de nuestra sociedad
es que a menudo reivindicamos en voz alta y
con fuerza nuestra libertad, y al mismo tiempo adoptamos actitudes cada
vez más irresponsables.
Somos responsables ante nuestros allegados y ante la
sociedad, pero primeramente lo somos ante el Autor de nuestra vida, Dios mismo.
Cada uno de nosotros dará cuentas a Dios por todo lo que haya hecho en su vida,
y especialmente por su actitud respecto a Jesús y a la obra que cumplió en la
cruz.
Dios lo envió para que fuese nuestro Salvador. Jesús aceptó
el juicio contra nuestros pecados. Tomó la responsabilidad que nosotros no
podíamos asumir. Ahora todos somos responsables de aceptarlo como Salvador y
Señor. Entonces, al creer en él, apoyándonos en su gracia, podemos asumir
nuestras responsabilidades en todos los ámbitos.