Max Lucado
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
cada cual se apartó
por su camino.
Isaías 53: 6
¿Cómo podría un Dios amoroso enviar a las personas al
infierno? Esta es una pregunta que oímos con frecuencia.
La pregunta en sí revela un par de falsas interpretaciones.
Primero, Dios no envía a personas al infierno. Él respeta
sus decisiones. El infierno es la expresión máxima del alto concepto de Dios
por la dignidad del hombre. Dios nunca nos ha obligado a escogerlo a Él, ni
siquiera cuando escogemos el infierno.
No, Dios no envía personas al infierno. Ese es el segundo
error.
La palabra “personas” es neutral, e implica inocencia. En
ningún lugar la Biblia
enseña que los inocentes son condenados. Las “personas” no van al infierno. Los
pecadores sí. Los rebeldes sí. Los egocéntricos sí. Entonces, ¿cómo un Dios
amoroso va a enviar personas al infierno? No lo hace, Simplemente respeta la
decisión de los pecadores.
Cuando Cristo Venga.
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