Max Lucado
Por María Lozano
Y si mal os parece servir a Jehová,
acogeos hoy a quién sirváis.
Josué 24:15
La invitación de Dios es clara e innegable.
Él lo da todo y nosotros le damos todo. Simple y absoluto.
Es claro en lo que pide y claro en lo que ofrece.
La decisión es nuestra. ¿No te parece increíble que Dios nos
deje la decisión a nosotros? Piensa en esto.
Hay muchas cosas en la vida que no podemos escoger. No
podemos, por ejemplo, escoger el estado del
Tiempo ni controlar la economía.
No podemos escoger si vamos a nacer con una nariz grande,
ojos azules o mucho cabello. Como tampoco
podemos escoger cómo la gente nos tratará. Pero sí podemos
escoger dónde vamos a pasar la eternidad. La
gran decisión Dios la deja a nosotros.
La decisión crítica es nuestra.
Esta es la única decisión que realmente cuenta.
Y los Ángeles Guardaron Silencio
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