Max Lucado
Por María Lozano
Mirando a cara descubierta …
somos transformados de gloria
en gloria en su misma imagen.
2 Corintios 3:18
El propósito de la adoración es cambiar el rostro del
adorador. Esto fue exactamente lo que le ocurrió a Jesús en la montaña. La
apariencia de Jesús cambió, “y resplandeció su rostro como el sol”.(Mateo 17:
2).
La relación entre el rostro y la adoración es más que
coincidencia. Nuestro rostro es la parte más pública de nuestro cuerpo y el
área que menos se cubre. Es también la más reconocible de nuestro cuerpo. No
llenamos un anuario escolar con fotos de los pies de las personas, sino con
fotos de sus rostros. Dios desea tomar nuestro rostro, esta parte de nuestro
cuerpo más expuesta y recordada, y usarlo para reflejar su bondad.
Como Jesús
De acuetdo...
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