Por María Lozano
Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Santiago 2: 23 NVI
Normalmente cuando tenemos planes o sueños, sentimos la necesidad de compartirlo con los amigos, los más cercanos, los que seguro se alegrarán y hasta se involucraran con nosotros en esos planes. La búsqueda del otro para compartir la vida y lo que nos ocurre es tan natural e instintiva, es básico para la existencia humana e indispensable para los cristianos en el desarrollo de su vida espiritual.
Lo sorprendente de este pasaje es que manifiesta la relación de amistad de Dios con Abraham. Creador y creación construyen una relación mayor aún de la que tenían. Esta amistad es el resultado de la búsqueda por parte de Abraham hacia el corazón de Dios y de Dios al corazón de Abraham.
En el relato de Génesis 18:17, Dios en su magnificencia, comparte sus planes con su amigo, comparte con su creación lo que hará con la humanidad. Dios quiere contarnos sus planes, El quiere tener una amistad con nosotros, pero esta relación será el resultado de nuestra búsqueda sincera del corazón de Dios, porque El hace rato que nos está buscando.
Es necesario abrir nuestro corazón para conocer más de sus planes, saber que sueña para nosotros, que piensa del ministerio, que está haciendo y como quiere que nosotros contribuyamos con El, esto construye nuestra relación y nos establece como amigos. No perdamos la posibilidad de conocer su corazón.
Señor, estoy listo para oír tus planes, decidme que hacer y lo haremos juntos.
Marta Yurquina de Biondi
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