La nueva adicción sin drogas

Tomado de: Renuevo de Plenitud
Por María Lozano

Cuando hablamos de gente con problemas de adicción lo primero que viene a la mente es la dependencia a las drogas y al alcohol. Sin embargo, hoy en día estamos viendo una nueva generación de jóvenes y hasta adultos caer en una dependencia excesiva en los móviles que en algunos casos se está convirtiendo en una nueva adicción de las que se dominan adicciones sin drogas. De no prevenir a tiempo o evitar esta dependencia se puede convertir en una problemática en tus hijos y hasta para ti.
Aunque sabemos que el uso de las tecnologías nos ha rebasado, principalmente en los jóvenes porque su actual patrón social ha cambiado, la relación y manera de comunicarse con los demás está siendo predominado por mensajes de móviles y chat. Es importante que haya límites para no caer en dicha adicción; por si algún día llegan a olvidar el móvil en casa no sientan ansiedad de que algo les falta, o inestables por no sentirse conectados.
Para reducir su efecto o caer en esta dependencia, atiende lo siguiente:
1) Más vale tarde que a temprana edad
Cuanto más se tarde dar un móvil a un menor es mejor. Aunque antes de darle el propio, ahora los padres prestan los suyos a los niños, por ello cada vez los menores desde bebés son expuestos al uso de estos aparatos ya sean móviles (smartphones) o tablas. El problema no es el uso, si no el tiempo, que pasen horas jugando con los aparatos, como un medio de los padres para entretenerlos.
Recuerda que los bebés y niños necesitan atención y buena interacción con sus padres. Así que valora cuanto tiempo se los estás prestando y con qué fin.
Una vez que ya crezcan y por cuestiones de mantener comunicación con los hijos le vas a dar su propio móvil, es importante que vigiles el uso porque el móvil y otras tecnologías fascinan, sobre todo a los adolescentes, lo que favorece su abuso.
2) Límite de tiempo
El cómo y cuándo del uso de estas tecnologías debe ser establecido por los padres, porque si no hay límites empiezan a usarlo todo el tiempo hasta cuando van al baño, están comiendo, haciendo tarea u otro momento o lugar inadecuado.
Es entendible porque los servicios que ofrecen los móviles modernos se vuelven más accesibles a redes sociales, mensajería instantánea y juegos; todo lo necesario para su entretenimiento y medio de comunicarse con sus amistades. Por ello, no es bueno dejarlo que lo usen todo el tiempo y a deshoras.
Una manera de reducir el uso es que realicen diversas actividades ya sea deportivas, culturales, artísticas u otros. Que aprovechen bien el tiempo, que su mente lo ocupe en cosas productivas antes de estar tan al pendiente del móvil.
3) Predicar con el ejemplo
Si realmente te preocupa el buen uso del móvil en tus hijos, no sólo basta con que le pongas reglas, también necesitan padres que predican con el ejemplo. Hoy en día se ve más gente adulta que no deja el móvil de lado, ni siquiera cuando está conversando en grupo o con otra persona; casi siempre en un restaurante te vas a topar con gente con su móvil en la mesa o de lado. Incluso incapaces de centrar sólo su atención en la conversación con los que están de manera física por estar al pendiente de sus mensajes o correos de su móvil.
Así que evita esa obsesión que altere tu vida y dé mal ejemplo a tu hijo. Si se van a sentar a la mesa a comer, que sean sin aparatos cerca; si están platicando dejen de voltear a ver el móvil; cuando se van a ir a dormir, apaguen y alejen los móviles. Para todo hay tiempo, y el uso de estos aparatos también lo tiene, no dejes que se convierta en una adición para ti y los tuyos.
Por último, te recuerdo que Dios le ha dado al hombre la inteligencia para el dominio de las cosas, no para que las cosas dominen la mente del hombre.

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