Por María Lozano
" Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros." Romanos 5:8
El amor ha logrado muchas victorias a lo largo de los siglos: ha terminado guerras, ha hecho la vida más fácil a millones, y puede transformar nuestros días en algo increíblemente maravilloso. El poder del amor está vigente cada día de nuestra vida.
Por supuesto que, cuando hablamos de amor, seríamos terriblemente descuidados si no resaltáramos el más grande amor que este viejo mundo pecaminoso y triste ha visto jamás. Nos referimos, por supuesto, al amor que la humanidad ha recibido del Padre Eterno y amoroso...
El amor del Señor es increíblemente único. El amor del Eterno da aun cuando las personas no lo quieren y creen que no lo necesitan. El amor del Eterno tiene iniciativa propia, se auto genera y es auto suficiente. Su amor llega a aquéllos que son rechazados o no son amados. Al amor del Señor no lo detiene ni la política, ni el tiempo, ni siquiera la tumba.
El amor del Eterno está personificado en Jesús, y nos llega a través del poder del Espíritu Santo. Y cuando ese amor encuentra un lugar en los corazones pecadores, perdona, restaura, y transforma.
Padre celestial, no existe otro amor que se acerque a tu amor. Gracias por amarnos con amor eterno. Concédenos la gracia de amar a otros así como tú nos has amado. En el nombre de Jesús. Amén.
El amor ha logrado muchas victorias a lo largo de los siglos: ha terminado guerras, ha hecho la vida más fácil a millones, y puede transformar nuestros días en algo increíblemente maravilloso. El poder del amor está vigente cada día de nuestra vida.
Por supuesto que, cuando hablamos de amor, seríamos terriblemente descuidados si no resaltáramos el más grande amor que este viejo mundo pecaminoso y triste ha visto jamás. Nos referimos, por supuesto, al amor que la humanidad ha recibido del Padre Eterno y amoroso...
El amor del Señor es increíblemente único. El amor del Eterno da aun cuando las personas no lo quieren y creen que no lo necesitan. El amor del Eterno tiene iniciativa propia, se auto genera y es auto suficiente. Su amor llega a aquéllos que son rechazados o no son amados. Al amor del Señor no lo detiene ni la política, ni el tiempo, ni siquiera la tumba.
El amor del Eterno está personificado en Jesús, y nos llega a través del poder del Espíritu Santo. Y cuando ese amor encuentra un lugar en los corazones pecadores, perdona, restaura, y transforma.
Padre celestial, no existe otro amor que se acerque a tu amor. Gracias por amarnos con amor eterno. Concédenos la gracia de amar a otros así como tú nos has amado. En el nombre de Jesús. Amén.
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