Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
Señor, gracias por rescatar mi vida del precipicio, ayúdame a dar testimonio de las maravillas que has obrado en mi vida. Permíteme demostrar que así como me has defendido cuando más lo necesitaba, de ese mismo modo lo harás con todos tus amados hijos. Ayúdame a recordar que los tiempos malos no permanecerán para siempre y los buenos en el Cielo con Jesús, son interminables. Lléname con el poder de Jesús para ser una luz de esperanza para los débiles que necesitan fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario