Por maría Lozano
Mi bella Luna plateada,
gran consejera nocturna,
siempre acompañas y escuchas
cuando las dudas me abruman.
Hoy vengo con mil preguntas,
pero no pido respuestas,
sólo espero que comprendas
y a acunarme estés dispuesta.
¿Cuándo será el último beso
que sostendrá mi suspiro?
¿Y qué imagen retendré
para llevarla conmigo?
¿Qué voces me abrazarán
entibiando la partida?
¿Y cómo será soltar
la mano que está tendida?
Abrazame Luna mía
con tu luz y con tu brillo,
hoy tengo ganas de ti
amarte ... es tan sencillo ...
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