Por María Lozano
Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda.
Salmos 37:5
Sé valiente, no renuncies a tus sueños, no renuncies a lo que has creído, no te rindas hasta que Dios te bendiga. Recuerda que las tormentas son pasajeras. Si te caíste. ¡Levántate!. Dios traerá victorias y alegrías a tu vida. No te rindas. Sigue de pie en la batalla.
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