Tomado de: Reflexión Bíblica
Por María Lozano
Mientras viva yo quiero alabar al Señor, mientras hay aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios. (Salmo 146: 2).
Dirige mis pasos hacia las personas hambrientas de vida y que tienen sed de la verdad que está en Ti. Creo que Tú eres el agua de vida que sacia mi alma sedienta, y satisface todas mis necesidades. Jesús es el pan del cielo, que me sustenta y da vida. Vengo a Ti Señor Jesús porque sólo Tú puedes llenar todos los vacíos en mi vida para que nunca tenga hambre espiritual.
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