Tomado de: Frases de un estudiante
Por María Lozano
Desde que tengo memoria, mis abuelos han sido mis verdaderos padres.Mi madre biológica se fue cuando yo era muy pequeño. Y mi padre… estaba, pero no presente.
Nunca me faltó comida, pero lo más importante que nunca me faltó… fue amor.
Mis abuelos, dos personas mayores, de manos arrugadas y paso lento, me dieron todo.
Mi abuela me enseñó a leer con paciencia infinita. Me preparaba el desayuno cada mañana antes de ir al colegio, aunque ella no comiera..Mi abuelo, aunque cansado por los años de trabajo en el campo, me llevaba de la mano a la escuela. Siempre me decía:
“No tengo mucho para darte, pero te dejaré la mejor herencia: educación y valores.”
Ellos no me dieron lujos.
Pero me dieron sus días, sus noches, sus preocupaciones, su vida entera…
Me alentaban en cada paso, lloraron cuando ingresé a la universidad, y no faltaron ni un solo día de clases importantes.
Y el día de mi graduación, ahí estaban. Mi abuela con su vestido más bonito, y mi abuelo con ese saco viejo que solo usaba en ocasiones especiales. Aplaudieron con fuerza, con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de orgullo.
Nadie sabía mi historia… pero ellos sabían que ese título también era de ellos.
Porque mis abuelos no solo me criaron. Me formaron.
Y aunque no tengan el título de “padres” en el papel, para mí… lo fueron todo.
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