Tomado de: Guillermo Rosales Medellín
Por María Lozano
Un día iba caminando por la avenida, había mucha gente y hacía mucho calor. De pronto, frente a mí, venía una chica, guapísima, morena, cabello color chocolate. Yo, con todo respeto y sin ninguna mala intención, detengo mi caminar y le hago el siguiente comentario, - señorita qué guapa es usted -, con mucha decencia, sin ofender. Ella, también, aceptando mi comentario zalamero, me responde -muchas gracias, me siento halagada-. Yo con determinación le digo, -no es halago es una descripción, es algo mucho mejor que un simple halago -. Nuevamente ella, con ese tono de voz tan lindo, me dice, -ok, muchas gracias por tan halagadora descripción-..Las intenciones de reconocer a una mujer bella se dan, se demuestran con educación, no siempre un piropo es para conseguir algo, muchas veces es la admiración por otra persona y más cuando es del sexo opuesto.Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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