Tomado de: Recetas favoritas
Por María Lozano
No viajaron por el mundoNo tenían un auto nuevo ni una casa grande.
Pero tenían un sueño:
Ver graduarse a sus cuatro hijas.
La madre se entregó para que nunca les faltara nada.
El padre trabajaba el doble. A veces, apenas tenía tiempo para ver el atardecer.
Mientras tanto, las niñas crecieron juntas.
Compartiendo libros, ropa... y también el mismo sueño:
Emocionar a sus padres el día de la graduación..Y ese día llegó.
No hay lujo en la foto.
Pero hay algo que vale mucho más:
Amor.
Sacrificio.
Superación.
Porque no solo criaron hijas.
Criaron mujeres fuertes, unidas... y eternamente agradecidas.
Y hoy, con los pies en la arena y el corazón lleno, esta familia sonríe al mundo.
Como diciendo:
"Ganamos. Juntos".
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