Por María Lozano
Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada.
Salmo 91:9-10, LBLA
Debemos tener a Dios siempre presente en nuestras vidas así estaremos cubiertos bajo su protección en nuestro hogar y a donde quiera que vayamos. Él será nuestro refugio.
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