Por María Lozano
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado
El salmo 4 versículo 8 culmina de forma maravillosa, el salmista David agradece por las bendiciones del día, por la presencia de Dios en su vida, y dice En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porqué solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Qué bella la manera de cómo David manifestó su confianza en Jehová en medio de muchas dificultades, recordemos que el salmista era perseguido y amenazado de muerte, pero estas situaciones lo acercaban más a Jehová, mediante su oración de forma personal él encomendaba por su seguridad y su vida, Dios le responde encaminando su vida y saliendo victorioso de cada situación y permitiendo que cada noche pueda descansar en paz, con tranquilidad. Qué misericordioso es el Señor con sus siervos fieles. David experimentó, sintió esa paz, seguridad que estaba esperando....
¿Y nosotros estamos siendo agradecidos con Dios? Podemos afirmar que descansamos en paz y con la presencia de Dios
Reflexionemos y seamos como el salmista, entreguemos nuestra confianza en manos de Dios, de un Dios único, verdadero, justiciero y misericordioso. La presencia de Dios nos guiará, nos sanará, y protegerá. Agrademos a Dios llenando nuestra voz de sus palabras y haciendo conocer sus promesas.
¿Cómo llegar en paz a la hora del descanso?
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