Por María Lozano
Por amor de tu nombre, oh Jehová
Perdonarás también mis pecados que son grandes
Este versículo nos enseña que debemos ser humildes ante Jehová, reconocer nuestros pecados sin importar el tamaño que sean.
Seamos valientes y reconozcamos nuestras faltas, muchas veces es difícil identificar nuestros pecados, hacemos daños verbales a los prójimos sin dimensionar nuestras palabras, hacemos gestos que también hieren, no siempre nos damos cuenta.
Deberíamos ser como el salmista, que tiene una relación directa con Dios y pedirle perdón por todas nuestras faltas y errores. No hay mejor juez que Jehová para perdonar todos nuestros pecados, cuando nos arrepentimos de corazón, Jehová nos examina y encuentra un verdadero arrepentimiento, qué misericordioso es Dios!...
Elevemos oración, limpiemos nuestras corazones y entreguemos a Dios nuestros arrepentimientos.
Padre celestial me entrego ante tu presencia en oración y confieso que mi corazón ha pecado. Y ruego perdón por cada uno de ellos. Reconozco mis errores, faltas, fracasos, angustias y mis malos pensamientos.
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