Por María Lozano
En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará.
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré
Y él oirá mi voz. (Salmo 55: 16-17)
Este Salmo nos muestra los hábitos que tenía David, clamar, orar y una plena confianza en Jehová.
El salmista nos demuestra una declaración de confianza plena y segura en Dios, por lo tanto exclama que alabará a Jehová en todo momento, afirmando que sólo Dios es su salvador.
David menciona: mañana, mediodía , tarde oraré y clamaré, que forma más preciosa de estar en comunión con Dios, entregado cada momento de su vida, clamando con fe con la convicción de ser escuchado, David afirma “él oirá mi voz”. Qué bendición contar con la misericordia de Dios.
Orar es hablar con Dios, es abrir el alma para que Dios examine cómo están nuestros corazones, cuáles son nuestros anhelos y preocupaciones.... En la santa escritura tenemos un lindo ejemplar de cómo orar y dice así :
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielos.
Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén
Cuando oramos, rezamos, debemos :
Tener una actitud de adoración, alabanza a Jehová.
Expresar nuestras necesidades y someternos a la voluntad de Dios.
Reconocer nuestras faltas ante Dios y estar arrepentidos
Pedir que encamine nuestros pasos y ser victoriosos.
Y alabar su nombre. ¡Aleluya Dios todopoderoso!
Seamos como David, confiemos, adoremos, hablemos con Dios para ser oídos nuestras plegarias y tener una vida plena en manos del Señor. ¡Gloria a Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario