Tomado de: Encuentro con Dios
Por María Lozano
El destino que enfrentaría Jesús es necesario verlo en el cuadro completo: Los enemigos religiosos y políticos están al acecho. Promueven la ejecución de Jesús. Luego vendrá la resurrección de Cristo. Es el triunfo sobre la muerte. El sacrificio del Cordero de Dios se hace realidad para salvación del ser humano.Aquella generación no valoró la grandeza de ese acto de amor. El lamento de Jesús ( Lucas 42-44) al cierre de su ministerio resume la actitud de un pueblo entero. No quisieron conocer al Rey y su mensaje de paz; menospreciaron la oportunidad para vivir mejor. Tristemente las consecuencias serían irreversibles...
Jesús aseguró que la tragedia les alcanzaría; “tus enemigos te rodearán, te sitiarán, te estrecharán, te derribarán y no dejarán en ti piedra sobre piedra”. En el año 70 d.C.., el imperio romano destruyó casi por completo la ciudad de Jerusalén. Los habitantes fueron tratados cruelmente. Del templo apenas quedaron algunas paredes en pie.
Cuando la humanidad, ignora y menosprecia el mensaje de paz, esperanza que Dios tiene para su bien, las consecuencias son devastadoras. Buena parte de la crisis mundial que hoy vivimos tiene su origen en la actitud rebelde del ser humano ante Dios. El desafío actual para su propia vida, es reconocer al Rey Jesús que tiene planes perfectos para guiarle y orientar su camino.
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