Tomado de: Poeta enamorado de la luna
Por María Lozano
Luna que iluminas con tu fulgorla noche.
Luna que ante tu majestuosidad
te abren paso las estrellas.
Luna que a través del tiempo,
lo mismo has cautivado al niño,
al grillo, al navegante y al poeta..Luna que enloqueces y atraes
a tus brazos las aguas de la mar,
como queriendo beberlas,
de un mágico sorbido.
Pero hoy estás fantástica,
radiante y alucinante.
Porque traes a mi amada de tan lejos,
sí, de tan lejos que se encuentra de mí.
Y veo en ti su cara tan hermosa,
y su cuerpo que se extiende entre
el cielo y las estrellas,
cubierto de sábanas blancas que son las nubes que se mueven lentamente
y te rodean..También me dejas ver tu largo cabello, privilegio que no le das al resto de los humanos.
Y es tanta tu hermosura
y te veo tan cerca de mí,
que con la ilusión de un niño,
extiendo mis brazos para alcanzarte,
y al mismo tiempo estoy abrazando
a ella..Porque al tenerte a ti, no eres tú, es ella, sí, seguro que es ella, porque siento sus formas y su exquisito aroma de mujer, como el que expiden los tulipanes al caer la noche.
Y ahora comprendo porque con tu hechizo permites todo esto:
Porque sabes que la extraño,
porque sabes que la quiero,
porque sabes que todas las noches mi corazón la busca, y espera sus palabras de amor, que te compadeces de mí,
de este pobre enamorado al que has visto llorar, su ausencia.
También sé, que todo esto sucede, porque ella también me piensa,
porque ella al mismo tiempo te mira y porque tú también estás cautivada con su rostro, al grado de que por un instante se han fundido luna y mujer.
Eso explica porque al sumar las dos beldades, luces más fulgurante, luces más majestuosa, luces más grande.
Y yo solo sé que amo a una, la que tiene rostro de luna y corazón de mujer.
Autor: Lic. Ricardo Hernández Gómez .
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