Tomado de: Hostilio Macias
Por María Lozano
Recuerdo,un restaurant cualquiera,
una tarde de quimera,
una vieja mesa de madera
que nos separaba.
Recuerdo,
su sonrisa tímida,
su mirada inquieta,
el marco a una aventura
que apenas comenzaba..Recuerdo,
unas manos trémulas
que se entrelazaban
y el eterno silencio
que nos alejaba.
Recuerdo,
su cabeza gacha,
la cara sonrojada
y unos hermosos ojos
que no me miraban.
Recuerdo,
una frugal comida
una bebida helada
y una voz inquieta
que me atormentaba.
Recuerdo,
una conversación apresurada
mientras se brindaba
y una que otra pregunta
que me preocupaba.
Recuerdo,
que esa tarde cualquiera
mientras la contemplaba
supe que amarla podía
y jamás la abandonaría.
La cita
Hostilio Macías.
Guayaquil, Ecuador
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