Por María Lozano
Palabra fiel y digna de ser recibida por
para salvar a los pecadores.
1 Timoteo 1:15
¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra del Señor.
Jeremías 22:29
A través de los tiempos se han oído muchas voces, pero como
siempre éstas son inciertas y a menudo se contradicen. Sólo hay una voz “fiel y
digna de ser recibida”: la de Dios, la cual es necesario escuchar y obedecer.
Cuando los israelitas rebeldes mordidos por las serpientes
morían en el desierto (Números 21:5-9), sin duda se elevaron muchas voces para
proponerles un remedio. Pero sólo la voz de Dios indicaba la forma de
salvación. Ésta podía parecer ridícula, sin embargo para ser sanado
sencillamente había que obedecer y mirar la serpiente de bronce que Moisés
había colocado sobre un asta.
Cuando por medio del profeta Eliseo, Dios indicó a Naamán la
forma de liberarse de su lepra ( 2 Reyes 5), ¡éste pensó que era una locura!.
Pero como había intentado todo en vano, por fin obedeció y fue sanado.
En el mar de Tiberias (Juan 21:1-7), unos hombres expertos
en la pesca estuvieron pescando toda la noche sin ningún resultado.
Decepcionados, sacaron las redes del mar.
Entonces la voz de Jesús ordenó: “Echad la red a la derecha
de la barca”. ¡Y la red se llenó tanto de peces que no podían sacarla!.
Quizás usted tomó conciencia de que, como todo ser humano, es pecador, y
está buscando la paz con Dios. Escuche su voz que le dice: “Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo”. (Hechos 16:31). ¡Es el único camino para obtener la
salvación eterna!
¡Preciosa la reflexión!!
ResponderEliminarGracias por compartirla.