Por María Lozano
En la vida hay dos tipos de personas y cada uno de estos tipos
expresan su estilo de vida a través de un Salmo. Un Salmo es una expresión del
alma que revela lo que impera en lo recóndito del alma. Quiero presentarte los
dos tipos de personas y usted podrá ubicarse en el que mejor exprese su alma.
Yo soy mi pastor.
Siempre padezco necesidad.
Voy de comercio en comercio y de sicólogo en sicólogo en busca de alivio sin encontrarlo.
Me arrastro por el valle de sombra de muerte y me desmorono.
Le temo a todo desde los pesticidas hasta las líneas eléctricas, y comienzo a actuar como mi madre.
Voy a la reunión semanal del personal y estoy rodeado de mis enemigos. Voy a casa y hasta mi pez de colores me desprecia.
Unjo mi cabeza con Tylenol extra fuerte.
Mi Bacardí está rebosando.
Ciertamente la miseria y la desdicha me seguirán, y viviré dudando de mí por el resto de mi solitaria vida.
Voy de comercio en comercio y de sicólogo en sicólogo en busca de alivio sin encontrarlo.
Me arrastro por el valle de sombra de muerte y me desmorono.
Le temo a todo desde los pesticidas hasta las líneas eléctricas, y comienzo a actuar como mi madre.
Voy a la reunión semanal del personal y estoy rodeado de mis enemigos. Voy a casa y hasta mi pez de colores me desprecia.
Unjo mi cabeza con Tylenol extra fuerte.
Mi Bacardí está rebosando.
Ciertamente la miseria y la desdicha me seguirán, y viviré dudando de mí por el resto de mi solitaria vida.
El Señor es mi pastor,
nada me faltará.
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Aunque pase por el
valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu
vara y tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Si estas en el primer
grupo te invito para que hoy mismo pases al segundo grupo. Ese buen Pastor te
espera.
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