Max Lucado
Por María Lozano
Renglón tras renglón, línea sobre línea,
un poquito aquí, otro poquito allá.
Isaías 28:10
Equipados con las herramientas adecuadas, podemos aprender a
escuchar a Dios. ¿Cuáles son esas herramientas? Aquí están las que he hallado
útiles.
Tiempo y lugar regulares. Escoge un espacio de tu agenda y
un rincón de tu mundo, y apártalos para Dios. Para algunos lo mejor es hacer
esto por la mañana…
Otros prefieren la noche…
Una segunda herramienta que necesitas es una Biblia abierta.
Dios nos habla a través de su Palabra.
El primer paso en la lectura Bíblica es pedirle a Dios ayuda
para entenderla. No acudas a las Escrituras en busca de una idea tuya;
escudríñala en busca de una idea de Dios.
Hay una tercera herramienta. No solo necesitamos un tiempo
regular y una Biblia abierta, sino también un corazón atento. Si deseas ser
como Jesús, deja que Dios te posea. Dedica tiempo a escucharlo hasta que
recibas la lección del día. Entonces aplícala a tu vida.
Como Jesús
Hermosa reflexion!!
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