Max Lucado
Por María Lozano
Los ojos del Señor están sobre los justos,
Y sus oídos atentos a sus oraciones.
1 Pedro 3:12
Vivimos en un mundo ruidoso. Obtener la atención de alguien no es fácil. Debe estar dispuesto a apartar todo para escuchar: bajar el volumen de la radio, alejarse del monitor, marcar la página y dejar a un lado el libro. El que alguien esté dispuesto a acallar todo lo demás para oírnos con claridad es un privilegio. Un privilegio verdaderamente inusual....
(En el cielo) tratan tus oraciones como joyas preciosas. Purificadas y fortalecidas, tus palabras se elevan como fragancia agradable a nuestro Señor…
No se detienen hasta alcanzar el trono de Dios.
Tu oraciones mueven a Dios a cambiar el mundo. Puede que no entiendas el misterio de la oración. Pero no necesitas entenderlo, aunque esto es suficientemente claro. Las acciones en el cielo comienzan cuando alguien ora en la tierra.
La Gran Casa de Dios.
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