QUERIDO DIOS:
No me dejes pedir protección ante los peligros, sino valor para afronralos.
No me dejes suplicar que se calme mi dolor, sino que tenga ánimo para dominarlo.
No me dejes buscar aliados en el campo de batalla de la vida, como no sea mi propia fuerza.
No me dejes anhelar la salvación llena de miedo e inquietud, sin desear la paciencia necesaria para conquistar mi libertad. Concédeme el no ser una cobarde y experimentar tu misericordia sólo en mi éxito; PERO DEJAME SENTIR QUE TU MANO ME SOSTIENE CUANDO CAÍDA ESTOY...AMEN
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