Libros del Valle
Por María Lozano
Que junten todo el trigo de los buenos años que vienen,que lo pongan en un lugar bajo el control de Su Majestad,y que lo guarden en las ciudades para alimentar a la gente.Así el trigo quedará guardado para el país, para que la genteno muera de hambre durante los siete años de escasez quehabrá en Egipto. Génesis 41:35-36
Desde el mismo libro de génesis, observamos a Dios pensando
en los pobres. Le comunica al faraón lo que va a hacer, y a través de un hombre
como José, planifica y organiza a toda una nación, para ayudar a los pobres en
los tiempos malos que vendrían.
El alimento no era sólo para los egipcios, ni sólo para los
hebreos, sino también para todos los pueblos vecinos.
En Génesis 47:25, la gente de los pueblos le dice a José;
“Ud. Es muy bondadoso con nosotros, pues nos ha salvado la vida”. Aún a sus
propios hermanos, quienes le habían vendido a la esclavitud. José les dijo,
“Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para salvar la
vida de mucha gente”(Génesis 50:20). Hubo hambre en todos los países, pero
gracias a la economía planificada que instituyó José, había comida para todos y
así pudo salvar la vida de muchas personas.
Y cuando los habitantes de Egipto comenzaron a tener hambre,
fueron a pedirle trigo al faraón.
Entonces el faraón les dijo a todos los egipcios;
“Vayan a ver a José, y hagan lo que él les diga”.
Cuando el hambre se extendió por todo el país, José abrió
todos los graneros donde había trigo, para venderlo a los egipcios, pues el
hambre era cada vez peor. Y venían de todos los países a Egipto, a comprarle
trigo a José, pues en ningún país había que comer (Génesis 41:55-57)
¿Qué estamos haciendo hoy por los pobres?
¿Qué planes tenemos para ayudarlos?
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