Por María Lozano
Con frecuencia opinamos sobre hechos de los cuales desconocemos su origen y contexto. Creemos ser el centro del universo o portadores de la verdad absoluta, y en la inmensa mayoría de los casos estamos equivocados. Quepasada.cc te ha traído esta bonita historia que ha captado un interés general en la red social de Twitter. Léela y entenderás lo que paso...
Un padre y su hijo de 24 años iban en el vagón de un tren. El joven miró por la ventana y gritó de alegría: «Papá, mira, parece que los árboles pasan volando». El padre sonrió dulcemente y asintió con la cabeza. Sentada frente a ellos una pareja intercambió miradas, expresando compasión por la conducta tan infantil del joven. Este gritó de nuevo, riendo emocionado: «Papá, mira, las nubes nos persiguen». El padre le sonrió de nuevo. «Dígame, ¿no cree Usted que debería llevar a su hijo al médico?» — preguntó uno de la pareja de al frente. El padre solo sonrió afablemente y le dijo: «Regresamos de ver al médico. De nacimiento, mi hijo era ciego, y hoy le han dado luz a sus ojos».
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