Tomado de. Alfonso De Caro
Por María Lozano
Amo a todos los que me aman. Los que buscan, me encontrarán.—Proverbios 8:17, ntv
Si lees las historias de los grandes generales de oración del pasado, comenzarás a ver algunos patrones. Uno de los más importante es que no acomodaban la oración en torno a su programa de actividades y charlas; insertaban sus actividades y compromisos en torno a sus horas de oración. Como recomienda Stephen Covey, tienes que poner las piedras grandes— las cosas más importantes—en primer lugar en tu calendario, o todas las pequeñas distracciones y los asuntos urgentes de tu día no te dejarán espacio para hacer lo que es importante. La oración—o para decirlo más sencillo, la reunión con el Señor—debe tener el primer lugar en todo lo que hacemos si vamos a conocer su plan, ser libres de las cargas mundanas y terrenales, y tener su sabiduría en todos los asuntos..Padre, reunirme hoy contigo es mi prioridad. No oro con la esperanza de obtener tu sello de aprobación en mis planes. Oro para obtener tu plan y establecer mi agenda en torno a él. Nada en mi agenda de hoy es más importante que tú. Me tomo el tiempo que necesito hoy para buscarte. Espíritu de Dios, te permito dirigir mi día de acuerdo a tu agenda y a tu calendario. En el nombre de Jesús, amén.
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