Tomado de: brillo del Alma
Por María Lozano
Hace muchos años, en dos lugares distintos, había dos niños que compartían el mismo dolor: ser abandonados por sus padres biológicos. Ambos tuvieron la fortuna de ser adoptados y crecer en el abrazo de nuevas familias llenas de amor, pero en lo más profundo de su corazón siempre existía un vacío sobre sus orígenes..Al llegar a la adultez, llevaban dentro una fe inquebrantable de que, en algún lugar del mundo, había una persona especial unida a ellos por un lazo invisible. Y entonces, el destino se encargó de que se encontraran.
El reencuentro no fue solo la unión de dos personas, sino la reunión de dos almas que alguna vez fueron heridas, pero que nunca perdieron la esperanza. De la amistad nació la complicidad, y de ahí surgió el amor, hasta convertirse en marido y mujer, escribiendo juntos su propio cuento de hadas hecho realidad.
De pie, uno junto al otro, en el lugar que alguna vez guardó su foto de la infancia, sonríen al pasado y se toman de la mano con fuerza para caminar hacia el futuro.
El reencuentro no fue solo la unión de dos personas, sino la reunión de dos almas que alguna vez fueron heridas, pero que nunca perdieron la esperanza. De la amistad nació la complicidad, y de ahí surgió el amor, hasta convertirse en marido y mujer, escribiendo juntos su propio cuento de hadas hecho realidad.
De pie, uno junto al otro, en el lugar que alguna vez guardó su foto de la infancia, sonríen al pasado y se toman de la mano con fuerza para caminar hacia el futuro.
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