Tomado de la Buena Semilla
por María Lozano
No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir
y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque
se tocará la trompeta, y los muertos serán re-
sucitados incorruptibles, y nosotros seremos
En toda Europa el último domingo de marzo se pasa al horario de verano. Algunas personas adelantan el reloj la víspera, otras a la mañana, y otras se olvidan … Los relojes que funcionan por radiocontrol cambian de hora en la madrugada, a las dos en punto, sin intervención exterior, captando la señal emitida por una estación situada en Frankfurt (Alemania).
Esta proeza tecnológica nos hace pensar en el maravilloso momento cuando todos los hijos de Dios oigan el llamado proveniente del cielo y vayan al encuentro del Señor en el aire. Al mismo instante, en un abrir y cerrar de ojos, todos los que recibieron de Dios la vida eterna por la fe en Jesucristo obedecerán a su voz de mando (1 Tesalonicenses 4: 16-17) y dejarán definitivamente este mundo. No habrá ningún lugar en la tierra donde los verdaderos creyentes no capten esa señal. Los cuerpos de los creyentes muertos también lo oirán y saldrán de sus tumbas o del fondo del mar, resucitados y gloriosos. Los hijos de Dios se alegran ante la perspectiva de ese día en el cual Jesús, su Salvador, vendrá a buscar y llevarlos con él para siempre.
Pro los demás, aquellos que no hayan querido aceptar el don gratuito de Dios, no oirán nada y se quedarán en la tierra esperando los terribles juicios que los alcanzarán.
Ahora usted está oyendo la voz de Dios. ¡Escúchela, no la menosprecie!
No hay comentarios:
Publicar un comentario