Por María Lozano
¿No puedes dormir porque te preocupa tu situación profesional y financiera?
Ese era el caso de Bill, un hombre de negocios de mediana edad que siempre le decía a la gente que haría esto o aquello en su negocio de relaciones públicas; siempre era algo que de seguro le daría más dinero. Días tras día, sin embargo, las cosas nunca pasaban según su predicción y se sentía un fracaso. Al final, su negocio fue a la bancarrota.
En aquel entonces, estaba devastado, pensando que nunca lograría recuperarme en las finanzas, dijo Bill. Me sentía desesperado.
No obstante, recuperó la independencia financiera. A decir verdad, Bill llegó a tener un enorme éxito en el mundo de los negocios. Acredita su nuevo éxito a tener a Dios como su socio comercial.
Me encanta la gente, dijo. Pero antes, trataba de cubrir mi presupuesto con las matemáticas, que nunca me gustaron mucho en la escuela. Nos sorprende que tuviera que luchar tanto en mi trabajo.
Al mirar atrás, Bill dice que quedarse en la quiebra fue lo mejor que le sucedió. Le hizo cambiar de actitud. Comenzó a confiar en Dios.
Antes, temía correr riesgos… probar nuevas cosas, explicó. Ahora, si algo no da resultado en mi negocio, no lo miro como un fracaso. Lo veo como una oportunidad de probar otra cosa.
Si tenemos mucha dificultad en cubrir nuestro presupuesto, podemos revisar nuestra situación y pensar en formas de cambiar, como lo hizo Bill. Podemos encontrar un trabajo que nos guste. Al hacer todo lo que podamos en nuestro trabajo, siendo lo mejor posible, podemos disfrutar la vida que Dios designó de forma especial para nosotros.
Santiago 4:15-16
Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala.
Fuente: A través de la noche con Dios, Editorial Unilit.
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