Por María Lozano
Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad. Porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.
1 TIMOTEO 4: 7-8
REFLEXIONA
Mantenerse en buena forma física requiere disciplina y esfuerzo, de la misma manera, la buena forma espiritual requiere tiempo, esfuerzo y práctica. Para dedicarle tiempo es necesario renunciar a ciertas actividades que nos absorben demasiado y establecer prioridades pero realmente vale la pena, la buena forma espiritual nos ayuda a resistir a las tentaciones y a vivir con el Señor.
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