Por María Lozano
Pues tú eres, Señor, mi esperanza, y en ti he confiado desde mi juventud
SALMO 71:5
REFLEXIONA:
Señor, llena mi corazón, Señor, con anhelo y esperanza, abre mis ojos para poder ver las maravillosas bendiciones que tienes para mí tal y como como leo en tu palabra, meditando sobre tu maravillosa gracia. Te doy gracias porque se que siempre me escuchas, enséñame cómo debo poner mis ojos en ti y seguir confiando siempre. Libera mi corazón de toda duda y llénalo con divina seguridad para ser una bendición para alguien que hoy que necesite fe y esperanza.
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