Promesas verdaderas

 Tomado de: El Poder de Orar

Por María Lozano

El mensaje que quiero compartir contigo es sobre la fe y la confianza en que Dios tiene planes perfectos para cada uno de nosotros y que sus promesas son verdaderas. Este mensaje es un recordatorio de que, aunque a veces nos enfrentemos a situaciones difíciles y parezca que todo está perdido, siempre podemos confiar en que Dios está trabajando en nuestras vidas y que sus planes para nosotros son buenos.
Un versículo bíblico que nos recuerda esta verdad es Jeremías 29:11: "Porque yo sé los planes que tengo para ustedes", declara el Señor, "planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza"..
Este versículo es una muestra del amor y la misericordia de Dios hacia nosotros. Él tiene planes para nuestro bienestar y quiere darnos un futuro y una esperanza. A veces, estos planes pueden no ser lo que esperamos o deseamos, pero podemos tener la seguridad de que son perfectos para nosotros. Debemos tener fe en que Dios siempre tiene un propósito para nuestras vidas y que Él nos guiará a través de cualquier dificultad.
Es fácil caer en la tentación de preocuparnos y pensar que nuestros problemas son demasiado grandes para que Dios los maneje. Sin embargo, debemos recordar que Él es omnipotente y está a cargo de todo. Cuando nos entregamos a Él, podemos confiar en que Él nos llevará a través de cualquier situación difícil y nos dará la fuerza y la sabiduría para enfrentarla.
La clave para confiar en Dios es tener una relación cercana con Él. Debemos orar, leer la Biblia y buscar su guía en todo momento. Cuando hacemos esto, nuestra fe se fortalece y podemos confiar en que Dios está trabajando en nuestras vidas para nuestro bienestar.
En resumen, Dios siempre tiene planes perfectos para nosotros y sus promesas son verdaderas. Debemos tener fe en que Él está trabajando en nuestras vidas, incluso en medio de nuestras dificultades. Jeremías 29:11 es un recordatorio de su amor y misericordia hacia nosotros, y debemos confiar en que Él nos llevará a través de cualquier situación difícil. Como dijo el salmista en el Salmo 46:1, "Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia".