Max Lucado
Por María Lozano
Tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a
entristecerse y angustiarse
Marcos 14:33
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue
oído a causa de su temor reverente. (Hebreos 5:7).
¡Qué cuadro! Jesús está quebrantado, Jesús presa del temor.
Jesús revertido, no de santidad, sino de humanidad.
La próxima vez que te sorprenda la neblina, harás bien en
recordar a Jesús en el huerto.
La próxima vez que pienses que nadie te entiende, relee el
capítulo 14 de Marcos. La próxima vez que la autocompasión te convenza de que a
nadie le importas, visita el Getsemaní. Y la próxima vez que te preguntes si es
cierto que Dios percibe el dolor que prevalece en este polvoriento planeta,
escúchalo suplicando entre los árboles retorcidos.
Con Razón lo llaman el Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario