Max Lucado
Por María Lozano
Exorto ante todo, a que se hagan rogativas,
peticiones, y acciones de gracia, por todos
los hombres.
1 Timoteo 2:1
Uno se pregunta si es una bendición o una maldición tener
una mente que no se queda quieta.
Pero prefiere ser cínico, que hipócrita, y sigue orando con
un ojo abierto, preguntándote:
Sobre los niños hambrientos.
Sobre el poder de la oración.
Sobre los cristianos con cáncer.
Preguntas difíciles. Preguntas para tirar la toalla.
Preguntas que los discípulos deben haber hecho en la
tormenta.
Solamente veían cielo oscuro mientras se zarandeaban en la
agitada embarcación.
Entonces una figura fue hacia ellos caminando sobre las
aguas. No fue lo que esperaban. Casi pierden la oportunidad de ver sus
oraciones contestadas.
Y a menos que miremos y escuchemos detenidamente, nos
arriesgamos a cometer el mismo error.
Las luces de Dios en nuestras oscuras noches son tan numerosas como las
estrellas, si sabemos buscarlas.
En el Ojo de la
Tormenta.
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