GUARDA TU CORAZÓN

Tomado de: Maná para cada día
Por María Lozano





  1. “Con toda diligencia guarda tu corazón,
  2. porque de él brotan los manantiales de
  3. la vida”.
  4. Proverbios 4:23
  5. La mejor bendición que Dios dió a los seres humanos es la capacidad de pensar con el corazón. Al usar esta función, producimos todo lo que necesitamos. Dios piensa exactamente de la misma manera que nosotros lo hacemos y creó todo el universo con todo lo que hay en él, con sus pensamientos.
  6. En consecuencia, el estilo de vida que vamos a vivir y el tipo de fruto que habremos de dar durante este año dependerán de la clase de pensamientos que tengamos....
  7. Nuestros pensamientos son la base de la creación de nuestro futuro y también son los canales que nos guían hacia un mundo espiritual. Dios nunca se nos apareció en carne, sin embargo, podemos entender claramente su voluntad y también asirnos de su Palabra. Eso sucede cuando aceptamos la Palabra de Dios en nuestro corazón mientras estamos leyendo La Biblia o cuando estamos escuchando una predicación. Así también aceptamos los pensamientos de Dios a través de nuestros pensamientos.
  8. Del mismo modo, el diablo también posee a una persona a través de los pensamientos de esta. Cuando el enemigo estaba tentando a Judas Iscariote, primero puso en el corazón del discípulo el pensamiento de vender a Jesús. Tan pronto como Judas pensó en esto, el diablo entró en su mente junto con sus pensamientos e hizo que vendiera a Jesús.
  9. El diablo trata de poner sus pensamientos en nuestra mente tanto como le es posible, por medio de la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida. Tan pronto como usted permita que los pensamientos del maligno aniden en su corazón, el robará, lo matará y lo destruirá.
  10. Por eso, guarde la pureza de su corazón. Cuando llegamos a nuestra casa, siempre nos lavamos las manos y regularmente nos damos un buen baño. De igual manera deberíamos lavar y guardar nuestro corazón con La Palabra y la oración.
  11. El enemigo anda al acecho, como león rugiente buscando a quién devorar.
  12. Por lo tanto, debemos guardar nuestro corazón y nuestros pensamientos con el fin de llenar el Año Nuevo con creación, gloria y victoria. Debemos verificar frecuentemente el estado de nuestro corazón y discernir si nuestros pensamientos pertenecen a Dios o al diablo. Los pensamientos que pertenecen a Dios traen gozo y paz, mientras que los pensamientos que proceden del diablo están llenos de conflictos y ansiedades

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