A Veces solo Necesitamos que nos Traten Bien

 Tomado de:Amor, y Reflexiones Cristianas

Por María lozano

A veces, lo que más necesitamos en la vida es que nos traten con ternura.
No pedimos demasiado.
No buscamos promesas eternas ni gestos grandiosos que puedan desvanecerse en un instante.
Solo anhelamos un toque suave, una mirada que no juzgue, una voz que no hiera, un gesto que nos diga: “Estoy aquí contigo, sin condiciones.”
Porque la vida ya nos golpea con suficientes heridas, con decepciones que pesan en el alma, con silencios fríos que nos hacen sentir solos en medio del ruido.
Y en esos momentos de cansancio profundo, lo que más necesita nuestro corazón no es una historia de amor perfecta, sino pequeños gestos de verdadera ternura:
un mensaje que llega en el momento justo, un abrazo que dice más que mil palabras, una sonrisa sincera que nos recuerda que no estamos solos.
Ser tratado con suavidad no es debilidad, es la forma más pura de sanar.
Es encontrar paz en medio del caos, calor en el invierno más cruel, esperanza en los días más oscuros.
Es sentir que no tenemos que escondernos ni fingir ser alguien que no somos; simplemente podemos ser, sin miedo, sin máscaras, sin armaduras..Hay días en que solo necesitamos eso: alguien que escuche con paciencia, que abrace sin condiciones, que nos haga reír aunque sea por un instante, que nos recuerde que aún hay belleza en la sencillez.
Quizás, lo más valioso de todo, es encontrar a esa persona que no complica nuestra vida, sino que la llena de luz y calma.
Que entiende que el amor verdadero no siempre grita, no siempre se muestra en palabras grandilocuentes, sino que se expresa en gestos pequeños, en miradas sinceras, en detalles que hablan desde el corazón.
Porque al final del día, todos merecemos eso:
un amor que sea tranquilo, sincero y delicado.
Un amor que no duela, sino que sostenga; que no exija, sino acompañe; que no grite, sino susurre en nuestro oído y nos haga sentir en casa, en paz y en amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Cazador de la vida

 Tomado de: Guillermo Rosales Medellín  Por María Lozano Amanece y yo agradezco. Madrugo para guardar la luna, apreciar la puesta de sol y s...