Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: APOCALIPSIS 5:8-14.Y cuando lo hubo tomado, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. … Y cantaron un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios gente de todo linaje y lengua y pueblo y nación. Y nos has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra. Apocalipsis 5:8-10.
Esta es la adoración del cielo. Todos los que están allí entienden el significado de la historia y la solución que es el programa de Dios. Cada uno de estos ancianos tiene un arpa y copas de incienso, que son las oraciones de los santos. El Cordero inmolado es el centro de su adoración. Qué interesante que el cielo entienda que nosotros, los redimidos, también contribuimos a la obra de redención. No podemos poner el fundamento (Jesús lo ha hecho perfectamente), pero compartimos su aplicación en toda la tierra. Por eso oramos. Cuando oramos por alguien ante el trono de Dios, estamos haciendo una aplicación de la obra de redención a ese corazón humano. Esto debería animarnos mucho en nuestras oraciones, porque son parte del programa de Dios.
Juan dice que los oyó cantar un cántico nuevo. Es nuevo para ellos porque, como ángeles, nunca han sido redimidos. Han tenido que aprender acerca de la redención al observar cómo la gracia de Dios se aplica a los pecadores: hombres y mujeres voluntariosos, rebeldes y desafiantes, que quieren hacer las cosas a su manera y a quienes, sin embargo, Dios llama, perdona, restaura y salva. Este es el cántico que los ángeles han aprendido de los santos..La razón de la adoración en el cielo es la muerte de Jesús. No sus enseñanzas, su maravillosa vida de compasión, sus milagros y maravillas, ni su poder, sino el derramamiento de su sangre por los pecadores de todos los tiempos. No conozco ningún pensamiento en toda la literatura capaz de derretir el corazón humano más que el concepto que a nosotros, los que merecemos la muerte, se nos da la vida a costa de la sangre de Jesús. Eso es lo que hace surgir el nuevo cántico de la redención. El antiguo cántico es el de la creación, pero el nuevo cántico es el cántico de los redimidos.
Hay un himno que se llama “Bajo la cruz de Jesús” y me gustaría compartir contigo la segunda estrofa:
“Sobre esa cruz de Jesús, a veces mis ojos pueden ver,
la misma forma moribunda de Aquel que sufrió allí por mí.
Y desde mi corazón herido lloro, y dos maravillas confieso:
¡La maravilla del amor redentor y mi indignidad!”
Conozco bien mi propia indignidad. Pero al pensar en Su amor redentor, siento como si las paredes de esta habitación en donde estoy se desvanecieran y yo estuviera de pie con esa gran multitud en el cielo cantando acerca de la maravilla de la redención: el amor de Dios por la humanidad, manifestado en la cruz. Mientras Juan observa, todo el universo está atrapado en la maravilla de ese amor sacrificial.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Gracias Señor Jesús por el precio que pagaste para liberarme. Ayúdame por favor a vivir una vida con integridad que te honre y Glorifique tu Santo Nombre. Amén.
Aplicación de vida
¿Has descubierto por qué debes cantar el cántico nuevo al Cordero?Te bendigo en nombre de nuestro Señor Jesucristo. Un fuerte abrazo.



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