Tomado de: Me gustó mucho
Por María Lozano
Una madre no merece gritos, indiferencia ni desprecio.
Ella merece amor, respeto y gratitud.
Porque fue quien te sostuvo cuando eras débil,
quien sacrificó su descanso para cuidarte,
quien te enseñó a caminar incluso cuando ella apenas podía mantenerse en pie.
Cuando un hijo alza su voz contra su madre, no muestra fortaleza — muestra vacío.
Porque quienes aman no hieren,
quienes valoran no humillan,
y quienes entienden nunca olvidan el sacrificio detrás de cada comida, cada noche en vela, cada lágrima silenciosa..La vida siempre devuelve lo que damos.
Y quien hiera a su madre algún día sentirá, en lo más profundo de su alma, el peso de lo que hizo —
cuando ya no haya tiempo de pedir perdón.
Honra a tu madre mientras aún tienes la bendición de su presencia.
Abrázala, escúchala, agradécela…
porque llegará el día en que tu corazón entenderá que ella fue el amor más puro que tuviste — y que no valoraste lo suficiente.
Quienes cuidan, respetan y honran a su madre nunca vivirán vacíos.
Porque el amor de una madre es la raíz de todas las bendiciones.
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