Tomado de: Gabriel García Márquez
Isabel Zambrana
Por María Lozano
Hay etapas que se cierran y otras que comienzan, y aunque a veces el corazón sienta miedo, también sabe que cada final trae consigo una enseñanza. Hoy elijo despedir noviembre con gratitud, no porque todo haya sido fácil, sino porque cada momento —incluso los que dolieron— me mostró de qué estoy hecho. Entendí que nada fue en vano, que incluso aquello que no comprendí a tiempo sembró en mí una semilla de fortaleza que recién ahora empieza a brotar.Me entrego a la guía de Dios, a esa luz que no hace ruido pero ilumina, a su paz que abraza sin pedir permiso, a su fuerza que sostiene incluso cuando mis manos tiemblan. He aprendido que Él habla en los silencios, en los días que parecen vacíos, en los caminos que no entiendo. Y aunque a veces me cueste confiar, Él nunca falla, siempre llega, siempre cumple, siempre levanta..Que este nuevo mes me encuentre con el espíritu firme, con la esperanza encendida, con el corazón dispuesto a empezar de nuevo. Que diciembre traiga claridad donde antes hubo dudas, calma donde hubo tormenta y respuestas donde solo había preguntas. Que cada paso esté guiado por la fe, porque cuando uno camina con Dios, incluso los días grises tienen un propósito.
Hoy cierro un ciclo con gratitud… y abro otro con la certeza de que lo mejor aún está por venir.
Porque cuando sueltas lo que pesa, Dios te entrega lo que te pertenece.
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