LA VIDA CON UNA META

Tomado de: Maná para cada día (devocionales)
Por María Lozano




“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4:13)

Es un hecho muy significativo fijar una meta para el día. Establecer un objetivo para el mes, el año y toda una vida hará que nuestra existencia sea abundante y significativa. Es una de las claves para el éxito personal.
La razón por la cual los cristianos no tenemos una vida desquiciada, a diferencia de los que no lo son, es porque poseemos una meta clara para el futuro. Tener una gloriosa meta futura de participar en plenitud del reino de Dios nos hace justos y santos en el presente.
El doctor Maxwell Maltz dijo: “Los seres humanos son seres que se esfuerzan por una meta”. Las personas fueron creadas para buscar constantemente una meta. En consecuencia cualquier persona que no tiene una meta se derrumba psicológica y físicamente, y parece como si estuviera muerta. En otras palabras, no tener un objetivo es igual a tener una vida sin significado.
¿Qué meta deberíamos tener? Deberíamos tener una meta definitiva y eterna. Creer en Jesús y en la vida con Él es meta definitiva y eterna a la que debemos aspirar. Aquellos que no saben de donde vienen, por qué están viviendo ni hacia donde van no saben cuál es su meta definitiva. No pueden experimentar el gozo verdadero, ni aunque ganaran mucho dinero y vivieran en el. Mejor lugar.
Para tener el control de nuestra vida, debemos fijarnos tantas metas terrenales como una meta eterna. Cuando se levanten por la mañana y planifique lo que tiene que hacer en ese día, mes o año, escríbalo en un cuaderno. Enfoque su corazón y sus pensamientos en el programa establecido y llévelo a cabo. Así gastará menos energía y podrá trabajar con mayor efectividad. Como resultado, usted dará un fruto grande y abundante.
  Por lo tanto, si quiere tener el control de la realidad y dar la bienvenida a un mañana glorioso, debe tener una meta eterna de vida en Jesucristo. También debe tener la meta de servir y glorificar a Dios. Basado en estos objetivos, haga planes para cada día. Fije una meta y manténgase en marcha hacia ella. Entonces, será capaz de alcanzar el objetivo predeterminado. Su personalidad y su destino pueden cambiar, si deja brillar siempre en su corazón la luz de una meta clara y vive su vida siguiendo esa luz.   

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