LA ANSIEDAD

Tomado de: Maná para cada día
Por María Lozano






¿Dónde está vuestra fe?
(Lucas 8:25)

Para tener un año exitoso es importante aprender y practicar el secreto del éxito. También es importante evitar las trampas que pueden llevar a nuestra vida al fracaso.
Una de las trampas más peligrosas, que puede traer fracaso a nuestra vida, es la ansiedad de nuestro corazón. Una persona con una ansiedad regañona en su corazón, de hecho, ya perdió la felicidad.
Tal persona se quejará y protestará, hará que otros también estén ansiosos en su casa y causará problemas en la sociedad. Dondequiera que él o ella vayan, habrá una reacción en cadena de ansiedad, y en lo que sea que él o ella estén involucrados, finalmente fracasarán.
¿Por qué nuestro corazón se pone tan ansioso? Porque no tenemos confianza al enfrentar nuestras circunstancias. Cuando nos encontramos con un problema que no podemos resolver por nosotros mismos, sentimos la ansiedad crecer en nosotros.
Cierto día Jesús entró en una barca con los discípulos y les ordenó pasar hasta el otro lado del mar de Galilea.
Durante la travesía, el Maestro se quedó dormido…Mientras ellos navegaban por el medio del lago, fuertes vientos desataron una tormenta violenta. La barca empezó a anegarse, y los discípulos trataban de sacar el agua. Sin embargo, las olas se hacían cada vez más grandes, y solo era cuestión de minutos para que la barca se hundiera. Los discípulos despertaron al Señor, gritando: “¡Maestro, Maestro, que perecemos ¡”(Lucas 8:24).
Entonces Jesús se levantó y reprendió al viento ya a las olas embravecidas. La tormenta cesó, y sobrevino la calma. Luego les dijo a sus discípulos: “¿Dónde está vuestra fe?” (v.25).
Los discípulos no pusieron su fe en las palabras de Jesús, sino en las circunstancias. Jesús les había dicho: “Pasemos al otro lado del lago” (v.22), ellos tenían que haber obedecido lo que se les había ordenado. Sin embargo, por haber mirado las circunstancias, el temor se apoderó de ellos, y comenzaron a temblar. Por consiguiente, Jesús reprendió a los discípulos por la falta de fe demostrada en el incidente.
La Palabra de Dios no cambia, aun cuando el cielo se caiga, y la tierra se hunda. Por lo tanto, incluso en la actualidad, si usted pone su fe en la Palabra de Dios, podrá vivir una vida exitosa, sin sentir la ansiedad en ninguna circunstancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Un ángel dijo adiós

 Tomado de: El varón de la poesía Por María Lozano En un amanecer, con el cantar de los risueñores y con el bello color de las jacarandas me...