Max lucado
Por María Lozano
Tú formaste mis entrañas:
tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Salmo 139:11
En mi ropero cuelga un suéter que rara vez uso. Es demasiado
pequeño. Debería deshacerme de ese suéter…pero el amor no me lo permite.
Es producto de la expresión de amor de una madre devota.
Cada hebra fue escogida con cuidado.
Cada hilo seleccionado con afecto. Es valioso no por su
función, sino por su creadora.
Eso debe haber sido lo que el salmista tenía en mente cuando
escribió “tú me hiciste en el vientre de
mi madre”
Piensa en esas palabras. Fuiste tejido como una sola pieza.
No eres un accidente, ni fuiste producido en masa. No eres producto de una
línea de montaje.
Fuiste planeado deliberadamente, específicamente dotado y colocado
amorosamente en esta tierra por el Maestro Artesano. En un sistema que mide el
valor de un ser humano por las cifras de su salario o la forma de sus
piernas…déjame decirte algo:¡El plan de Jesús es para regocijarse!
El Aplauso del Cielo
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